sábado, 10 de octubre de 2009

Triste realidad!

Te muestras tierna, jovial, extrovertida; eres lo que estuve esperando... eras lo que necesitaba para encender aquella llama extinta. Me miras y me besas, besabas como quería ser besado, me acariciabas como necesitaba ser acariciado, eras fuente de inspiración mía, eras fuente de un sentir nuevo y puro, provocabas derrochar honestidad plena y te confiaba mis sentimientos sin temor alguno, quizá dudabas de ellos, quizá le temías a esa nueva experiencia, pero era lo que te podía ofrecer, era lo que tenia; lo era todo. Hoy, al leer lo que tus manos plasmaron veo la triste realidad, aquella en la que lo mio en ti no existe, aquella en donde mi mas grande dolor se refugia, aquella donde existen lágrimas y son reales, aquella realidad que me mostraste tu este día. Me mata la nostalgia y nace una interrogante... Porque recibo esto de ti? tenia fe en este sentimiento, quería amar como merecías ser amada, y darte de lo poco, todo. Hoy esta triste realidad me envuelve y endurece mi joven corazón, el cual aprende y sabe que para dar lo que di, temeré, preguntare y me asegurare de que lo que sentí por ti sea tan puro como lo fue esta vez pero sea para la persona correcta. Te quiero.

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